Tito Maccio Plauto (251 a.C.-184 a.C.) fue un
comediógrafo latino. Vivió un momento histórico muy revuelto: la segunda guerra
Púnica y la primera intervención romana en Grecia y el oriente Helenístico. Los
datos sobre su vida son inciertos, pero se cree que trabajó en Roma durante su
juventud en una compañía teatral, fue comerciante y, al arruinarse su negocio,
tuvo que empujar la piedra de un molino, momento que aprovechó para comenzar a
escribir sus comedias.
Sus
comedias comenzaron a representarse en Roma a partir del 210 a.C. y tuvieron
enorme éxito, lo que le valió para salir del molino y concentrarse en su nuevo
oficio. Murió rico y con más de sesenta años.
Se le
atribuyeron hasta 130 obras, pero después de una depuración, se redujeron sólo
21, las que se consideran auténticas, pues, separó del grupo inicial algunas
que pertenecían a sus imitadores. Se conserva casi la totalidad de su sobra,
exceptuando Vidularía que se encuentra gravemente dañada.
Plauto se
inspiró en la comedia nueva griega (Menandro, Dífilo, Filemón, entre otros) y,
en ocasiones, se vio obligado a agregar un pequeño prólogo para explicar los
argumentos complejos. Hace uso de un rico lenguaje de nivel coloquial que no
elude a la obscenidad y la grosería entre retruécanos.
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